Firmada por su presidenta, Gleisi Hoffmann, y publicada en la página oficial de la organización política, una nota del PT denuncia que «la dictadura debe ser recordada, sí, por lo que realmente fue: el más largo período de violencia contra las libertades democráticas y contra el pueblo brasileño en todas las dimensiones».
Refiere que «el 31 de marzo es una fecha terrible en la historia de Brasil, la cual debe ser recordada para siempre como el trágico episodio que resultó para la democracia, la libertad y la vida del pueblo brasileño».
El texto precisa que el golpe contra el gobierno constitucional del presidente João Goulart fue el primer paso de una dictadura militar que «encarceló, torturó y asesinó; que se impuso en el país a través de la censura, el espionaje, la intimidación y el terror».
Según el PT, durante más de dos décadas el pueblo brasileño fue sometido a un proceso brutal de recortes salariales, expulsión de la tierra y urbanización en condiciones infrahumanas, y represión de los trabajadores del campo y la ciudad.
Brasil se convirtió, en este período, en un campeón mundial de los accidentes de trabajo, de las muertes por epidemias y de la malnutrición, un escenario de un milagro económico a la inversa que dio lugar a una concentración de los ingresos y a la exclusión social, apunta el escrito.
Advierte que «no hay nada que celebrar en esta fecha, ni siquiera para aquellos que, en ausencia de argumentos creíbles, se aferran a la falacia de que la dictadura habría evitado el comunismo o cualquier otro fantasma de su visión autoritaria».
Para el PT, «lo que Brasil debe evitar en este momento, con la participación de todos, incluidas las Fuerzas Armadas, es la apuesta en el caos que arma el peor presidente de la República (Jair Bolsonaro) de todos los tiempos, al invertir en contra de la salud de la población y la vida de las personas en medio de la crisis del coronavirus».
La redemocratización del Brasil ha costado la destrucción de familias enteras y la vida de innumerables brasileños, que no merecen ser violados una vez más, remarca.
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