El 24 de noviembre de 2016, los diálogos y negociaciones de paz entre el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) desarrollados en La Habana Cuba, concluyeron con la firma que puso fin al conflicto armado más largo de Latinoamérica en el siglo XX.
Acerca de la puesta en marcha de lo acordado entre las partes con el objetivo de lograr la paz, un derecho humano superior, y requisito necesario para el ejercicio de todos los demás derechos y deberes de las personas y del ciudadano, Samper explicó, en declaraciones a Prensa Latina, que aún falta por implementar.
«El gobierno del presidente, Iván Duque, no se ha comprometido a fondo con la sostenibilidad de los acuerdos firmados en el año 2016 en La Habana entre el Estado colombiano y las FARC-EP, tampoco lo ha hecho con la continuación de la mesa de negociaciones con el ejército de Liberación nacional (ELN) que se mantienen estancadas desde hace dos años», expuso el abogado, economista y político colombiano.
Uno de los ejes fundamentales del acuerdo que era la creación de un Sistema de Justicia Transicional o Justicia para la Paz, se ha logrado mantener -a pesar de los embates en su contra del partido de gobierno, Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), detalló.
Sin embargo, en otros temas muy sensibles como la reparación de las víctimas, la sustitución social de los cultivos ilícitos y la titulación de tierras acordadas para campesinos e indígenas, el gobierno ha abandonado financieramente dichos programas y se ha concentrado exclusivamente en los programas de proyectos productivos para apoyar la desmovilización de los combatientes, añadió a Prensa Latina.
«Mientras tanto, las FARC-EP ha cumplido con su palabra empeñada”, aseveró el también exsecretario de la Unión de Naciones Suramericanas (2014-2017).
Samper pormenorizó que la exguerrilla «hizo dejación de las armas, se desmovilizó, se constituyó en partido político, informó sobre los activos ilícitos en su poder y se ha presentado ante las autoridades de la Justicia Especial para la Paz-JEP para contribuir con su verdad al esclarecimiento del conflicto armado que llevaba medio siglo de duración».
Sin embargo, «en este momento podríamos afirmar que el vaso de la paz que, al comenzar el gobierno de Duque se decía que estaba medio lleno y medio vacío, hoy está más vacío que lleno», dijo el exgobernante colombiano y reconocido político de la región a esta agencia de noticias por medio de Internet.
Aseguró que eso es consecuencia del incumplimiento por parte del gobierno, como Estado, de los compromisos vitales en los acuerdos de La Habana.
Los diálogos de La Habana entre delegados del Gobierno de Santos y de las FARC-EP, con la decisión mutua de poner fin al conflicto armado nacional, tuvieron origen como resultado del Encuentro Exploratorio sucedido en la capital de Cuba, entre el 23 de febrero y el 26 de agosto de 2012.
Tras este encuentro, las partes llegaron a un Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, firmado ante testigos nacionales y delegados de Cuba y Noruega que sirvieron desde entonces como países garantes del proceso.
Venezuela y Chile brindaron sus buenos oficios como países acompañantes y la Mesa de Conversaciones se instaló el 18 de octubre de 2012 en la ciudad de Oslo, Noruega, para luego continuar actividades en la capital cubana hasta su fin.
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