Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), no existe un marco comparativo para la dimensión de esta coyuntura, que se prevé casi triplique los perjuicios ocasionados durante la crisis económica financiera mundial de 2008 y 2009.
De acuerdo con las declaraciones del director ejecutivo del organismo, Alexandre de Juniac, actualmente es vital que los gobiernos trabajen de conjunto con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), entidad que elaboró ya un protocolo que dispone las directrices del reinicio de las operaciones.
“En marzo tuvimos un cierre desordenado de la industria. Las pautas de la OACI, acordadas por los gobiernos, están en el centro de un reinicio ordenado, siempre que las pautas se implementen, armonicen y reconozcan mutuamente de manera universal”, estimó de Juniac.
Con una actualización continua, agregó, incluida la eliminación de las disposiciones que ya no son necesarias para la seguridad, la confianza de los pasajeros debe mantenerse alta.
El funcionario enumeró además que las medidas de monitoreo a la salida de los viajeros deberían evitar que las personas sintomáticas vuelen, y que las normas de precaución durante el viaje (distanciamiento social, mejor desinfección y uso de máscaras) mantendrán a las personas seguras cuando viajen.
Por otra parte, el directivo alertó que el alivio financiero provisto por los gobiernos para evitar el quiebre de las aerolíneas aumentó la deuda del sector en120 mil millones de dólares hasta los 550 mil millones, lo que representa aproximadamente el 92 por ciento de los ingresos esperados en 2021.
Consideró, entonces, que las medidas de alivio adicionales deben centrarse en ayudar a las aerolíneas a generar más capital de trabajo y estimular la demanda en lugar de expandir aún más los niveles de deuda.
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