Según informó esa autoridad a la agencia de noticias Lusa, las indagaciones fueron abiertas por el Departamento de Investigación y Acción Penal del distrito de Coímbra, territorio donde tuvieron lugar los acontecimientos.
El viernes 31 de julio, un tren de alta velocidad se descarriló tras chocar con una máquina que realizaba reparaciones en la vía cerca de la localidad de Soure, perteneciente al territorio antes mencionado.
De acuerdo con la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil, el Alfa Pendular, operado por la compañía Trenes de Portugal, tenía más de 200 pasajeros a bordo y cubría la ruta entre Lisboa y Braga.
Según reportes oficiales, los fallecidos son trabajadores de la Red Ferroviaria Nacional que participaban en labores de mantenimiento.
El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, manifestó su pesar por lo sucedido y expresó sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas fatales.
Además, deseó pronta recuperación a los heridos, ocho de los cuales se encontraban en estado de gravedad, y aseguró que seguirá de cerca los avances de las investigaciones técnicas y judiciales.
agp/gas