«Assange debe ser tratado como un héroe por haber denunciado al mundo las falacias del Departamento de Estado norteamericano… Todos los países democráticos deberían gritar por su libertad», afirmó Lula durante una entrevista sobre el caso al programa Going Underground, del Reino Unido, amplificada por medios locales.
La justicia de Estados Unidos quiere extraditar al comunicador, quien fue arrestado en la Embajada de Ecuador en Londres en abril de 2019, para juzgarlo por 17 cargos de espionaje y uno por piratería informática, que en total conllevan a una sentencia de 175 años de cárcel.
Según la denuncia, Assange publicó miles de documentos secretos que exponen crímenes cometidos por militares de Washington en Iraq y Afganistán, y casos de tortura en la ilegal base militar estadounidense en el territorio cubano de Guantánamo.
El destape ocurrido entre 2010 y 2011 incluyó valoraciones comprometedoras hechas por diplomáticos de Estados Unidos sobre otros gobiernos y figuras políticas internacionales.
La víspera, el juicio de extradición del activista australiano se pospuso para el lunes, tras conocerse que un miembro del equipo legal norteamericano podría haberse contagiado con la Covid-19.
Tal audiencia sobre su entrega a la potencia norteña se reanudó el lunes pasado en la corte criminal de Londres tras una demora de varios meses por la pandemia del nuevo coronavirus.
«Quería decir que todas las personas que creen, todas las personas que creen en los derechos humanos, que todas las personas que creen en la justicia no pueden permitir que Assange sea extraditado», aseveró Lula.
Al respecto, la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) también se posiciónó sobre el tema al publicar una carta titulada #FreeAssange en su sitio web.
Estimó que, si se le extradita a Estados Unidos, el creador de WikiLeaks «estará en la práctica arriesgando su vida» y una posible condena en suelo norteamericano sería «un ataque a la libertad de expresión».
Cualquiera que se omita a sí mismo, especialmente la prensa, será cómplice de esta barbarie, apuntó Rousseff.
«Julian Assange está siendo perseguido y aplastado por una máquina de mentiras manipulada por la ley, y está a punto de ser condenado en nombre de la barbarie», subrayó.
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