Datos de la comisión multisectorial de prevención y lucha contra la pandemia confirmaron que el brote epidémico continúa en ascenso, sobre todo en la provincia de Luanda, afectada por la circulación comunitaria del coronavirus SARS-CoV2, causante de la enfermedad.
El secretario de estado para la Salud Pública, Franco Mufinda, notificó un total de cuatro mil 236 contagiados desde finales de marzo hasta la fecha, lo que incluye 155 muertos, mil 462 pacientes recuperados y dos mil 619 con la virosis en activo.
Según el presidente João Lourenço, las esperanzas de reestructuración de la economía nacional «no se van a materializar en breve trecho», teniendo en cuenta los estragos económico-financieros de la Covid-19.
Debido a la pandemia, el país tuvo que paralizar servicios vitales durante varios meses e incurrir en múltiples gastos imprevistos, indicó el mandatario, al intervenir la víspera, mediante videoconferencia, en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La Covid-19 desarticuló la cadena productiva, afectó los precios de los principales productos de exportación, elevó el desempleo y generó situaciones sociales más preocupantes por la vulnerabilidad de numerosas familias, evaluó el político, cuyo discurso fue publicado hoy de manera íntegra en esta capital por la agencia angoleña de prensa.
A juicio del dignatario, las esperanzas de comenzar a obtener resultados positivos “no se van a lograr a breve trecho”, pese al esfuerzo realizado para reestructurar la economía interna, a cuenta de aplicar “medidas difíciles y con impacto bastante duro sobre la vida de las poblaciones”.
Los recursos dispuestos para financiar el sector productivo, dentro de la lógica de su recuperación, fueron desviados para atender a las necesidades de bioseguridad y otras exigencias epidemiológicas de carácter urgente.
Este problema sanitario global, afirmó Lourenço, paralizó toda la dinámica proyectada en términos de reanimación de la economía mundial que, tras la crisis iniciada en 2008, emitía señales animadoras, muy particularmente en países en vías de desarrollo, como es el caso de Angola.
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