Las pruebas comenzaron la víspera y en esta jornada recibimos los primeros informes, confirmó el ministro de Energía de este país euroasiático, Fatih Donmez, según la agencia estatal de noticias Anadolu.
Turquía y Grecia encarnan un diferendo por el control de los recursos naturales que cada país reclama como suyos en el mar Mediterráneo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, viajó la víspera a Atenas, para apoyar a Grecia y exhortó a Ankara a abstenerse de obstruir un posible diálogo con la nación limítrofe.
De su lado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber, anunció la creación de una línea de comunicación bilateral directa para evitar enfrentamientos entre dos miembros de esa alianza militar en el área.
Días atrás los cancilleres de Turquía y Grecia, Mevlut Cavusoglu y Nikos Dendias, acordaron reanudar el diálogo, según declaraciones del primero al canal de televisión turco NTV.
Ambos diplomáticos intercambiaron de manera informal durante el foro internacional Globsec 2020, desarrollado en Bratislava, Eslovaquia, conversación que ocurrió por primera vez a ese nivel tras el incremento de la tensión bilateral en agosto pasado.
El presidente del país euroasiático, Recep Tayyip Erdogan, manifestó que sus progresivas acciones responden a la firma de un acuerdo de delimitación de fronteras marítimas entre Grecia y Egipto, que su Gobierno califica de ilícito y no válido.
De su lado Grecia anunció la intención de extender sus aguas territoriales de seis a 12 millas náuticas, pues según Atenas esa área está incluida en los pactos firmados por separado con Italia y Egipto para demarcar zonas económicas exclusivas.
Sucesivas provocaciones de uno y otro bando matizan la relación bilateral, mientras diferentes actores internacionales intentan mediar para aplacar los ánimos ante la amenaza de un desenlace bélico.
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