El Parlamento tiene previsto votar mañana una propuesta del Partido Conservador de abrir una comisión de investigación sobre varias partidas de gasto, entre ellas un contrato de 900 millones de dólares canadienses (casi 580 millones de euros) a una organización vinculada a la familia del mandatario.
Trudeau, que al mando de los liberales no cuenta con mayoría parlamentaria, advirtió que este paso podría suponer el fin de la legislatura.
«La oposición tendrá que decidir si quiere hacer que este Parlamento en minoría funcione o ha perdido su confianza en el Gobierno», señaló en declaraciones a la prensa.
El primer ministro alejó el fantasma electoral hace tan solo unas semanas, luego de lograr el apoyo en puntos clave.
Una media de encuestas elaborada por la radiotelevisión pública sitúa en el 36 por ciento la intención de voto de los liberales, cinco puntos por encima de los conservadores.
El Bloque Quebequés, el tercer partido con mayor representación, ya adelantó que respaldará la moción del Partido Conservador, mientras el líder del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh, calificó todo como una «farsa» orquestada por Trudeau para forzar comicios.
Por su parte, el primer ministro puntualizó que «nadie quiere elecciones».
«La gente quiere seguir teniendo un Gobierno que se centre en ayudarlos con el empleo y con esta crisis sanitaria y en ello seguiremos concentrados», subrayó.
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