El centro de país está recuperándose del golpe de aquel meteoro y de varias anteriores tormentas que dejaron 144 muertos y pérdidas multimillonarias. Todavía los equipos de rescaten buscan a unas 20 personas cuya suerte se desconoce.
En medio de ese escenario, el Comité Nacional para la Reducción y Gestión de Desastres orientó tomar todas las previsiones para encarar al tifón Goni, que ya causó 16 muertes en Filipinas y se adentró en el Mar del Este con rumbo a Vietnam.
El huracán se debilitó en las últimas horas, pero como es usual, podría tomar energía en aquellas aguas. Además, mantiene una actividad lluviosa capaz de provocar grandes inundaciones y deslizamientos de tierra, los episodios más letales en la nación indochina al paso de Molave.
De momento, las autoridades vietnamitas ordenaron evacuar a los residentes en las áreas de mayor riesgo, examinar las condiciones de centrales hidroeléctricas, embalses y diques, y a los barcos pesqueros refugiarse en puertos seguros.
Decenas de miles de militares movilizados para las tareas de salvamento y recuperación durante el tifón anterior se mantienen en la zona, cuyos dispositivos de defensa no han tenido respiro desde el 6 de octubre, cuando entró la primera tormenta.
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