De acuerdo con un informe publicado este lunes por Unearthed, la unidad investigativa de Greenpeace, entre 2015 y 2019, trasnacionales como Repsol Sinopec, Total, Shell, BP y EnQuest quemaron o simplemente dejaron escapar al medioambiente 20 millones de toneladas del gas que acompaña al crudo extraído de los pozos ultramarinos.
Esa práctica, terminantemente prohibida por otros países vecinos como Noruega, se lleva a cabo a veces por razones de seguridad, pero casi siempre tiene como objetivo ahorrarse el gasto de transportarlo a la costa, asegura el reporte elaborado a partir de documentos oficiales.
El texto afirma, por ejemplo, que en 2015, cuando la británica BP, la francesa Total y la española Repsol prometieron reducir las emisiones de gases contaminantes como parte de su compromiso con el Acuerdo de Paris sobre el Cambio Climático, las tres petroleras en realidad aumentaron la quema y la liberación del gas acompañante.
Cita también al legislador laborista y conocido activista por el medioambiente Ed Miliband, quien considera ‘bochornoso’ que el gobierno británico ‘haga de la vista gorda’ a lo que está sucediendo en el Mar del Norte.
En opinión de Miliband, quien se desempeña como ministro de Negocios en el llamado gabinete a la sombra (opositor), esas prácticas dañan la credibilidad del Reino Unido como anfitrión de la cumbre sobre el clima o COP26 que tendrá lugar en Glasgow, Escocia, en noviembre próximo.
Los ministros tienen que invertir rápidamente en la generación de energía baja en emisiones de carbono a través de un plan para la recuperación económica sostenible, apoyar la transición a un sector más limpio y asegurar y crear nuevos puestos de trabajo para frenar el desempleo, remarcó.
Greenpeace cree, por su parte, que el gobierno británico no solo debe prohibir la quema o liberación a la atmósfera del gas acompañante del crudo, sino también cambiar su enfoque a la hora de otorgar los permisos de operación a las petroleras.
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