El movimiento convocado por los gremios de la educación, conductores y trabajadores textiles, exige que el gobierno compense a las víctimas de clima de violencia, extendido a casi todos los territorios, en particular Puerto Príncipe.
También llamó a todos los sectores de la vida nacional a formular estrategias para contener la crisis sistémica actual.
Desde mediados de 2020 se disparó el fenómeno del secuestro con más de un millar de casos registrados, entre ellos niños. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó que este fenómeno pone en peligro la vida de los menores, y obliga a la suspensión de clases.
Antes del llamado a paro general, varias escuelas cerraron temporalmente sus puertas en la comuna de Carrefour, situada en la salida sur de la capital, tras el secuestro de un estudiante en la entrada de una institución docente.
Unicef reveló que del 1 de septiembre pasado al 15 de enero de este año, al menos un niño murió y 15 infantes fueron raptados para exigir rescate.
Los sindicatos también llamaron a una rebelión nacional para obligar al presidente Jovenel Moïse a abandonar su cargo el 7 de febrero, fecha en que estiman concluye su mandato constitucional.
La víspera cientos de haitianos desfilaron por las calles de la capital, Saint Marc (noroeste) y Cabo Haitiano (norte), erigieron barricadas, y lanzaron piedras, al tiempo que señalaban la mala gestión del actual gobernante, y expresaron su negativa a que continúe en el poder.
Mañana debe concluir el llamado a huelga de los sindicatos, sin embargo partidos y organizaciones de la oposición convocaron a otros tres días de paro para forzar el retiro del jefe de Estado.
Estas fuerzas divulgaron, además, un candidato de movilizaciones antigubernamentales hasta el domingo próximo.
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