En una declaración escrita, el Ministerio de Asuntos Exteriores expresó su profunda preocupación por los acontecimientos luego de la detención del presidente Win Myint, la jefa de Gobierno y lideresa de la gobernante Liga Nacional para la Democracia, Aung San Suu Ky; y otros miembros del gabinete.
Durante la madrugada de este lunes el comandante en jefe del Tatmadaw (Fuerzas Armadas de Myanmar), Min Aung Hlaing, asumió el mando del país por al menos un año hasta entregar el poder a un gobierno electo en las urnas en una fecha aún no divulgada.
Al explicar que se opone a cualquier intervención militar, Ankara se mostró esperanzada en que la nueva situación no provoque un empeoramiento de la situación de los musulmanes rohingyá de Myanmar.
En tanto, pidió al parlamento reunirse lo antes posible para eliminar rápidamente los obstáculos puestos a las instituciones democráticas.
La acción militar fue condenada en diversas partes del mundo.
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