Andréi Bobrovski, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de San Petersburgo, explicó que ese producto puede convertirse en una alternativa para las personas con intolerancia a la lactosa, pero no se debe abusar.
‘El queso tiene de tres a cinco veces más calorías que la leche. Además contiene cinco o seis veces más proteína por 100 gramos de producto. El queso es una buena fuente de proteínas, pero junto con este puede tener 10 veces más grasa saturada’, señaló Bobrovski.
Este lípido alimenticio se encuentra en productos como la mantequilla, el aceite de palma y de coco, y la carne roja.
Un exceso de esta puede causar la acumulación de colesterol LDL, considerado malo, en las arterias e incrementa el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Muchos alimentos como la pizza, productos de panadería y alimentos fritos tienen muchas grasas saturadas y comer demasiado puede agregar calorías adicionales a su dieta y provocar el aumento de peso.
Bobrovski -citado por Sputnik- aconseja para evitar ganar libras extras en el cuerpo a causa del queso escoger los que tienen bajas calorías.
También advirtió que debido al delicioso sabor de este producto algunas personas abusan y a veces, incluso, se vuelven adictas a él.
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