Antes se reunieron en ocasión de la investidura en el cargo del visitante el 1 de marzo en esta capital cuando el vecino gobernante formó parte de un selecto grupo de invitados por declarada afinidad ideológica.
Meses después sostuvieron escuetas conversaciones telefónicas en torno a la pandemia de la Covid-19 y específicamente por la frontera seca de las ciudades Rivera y Santa de Livramento y decidieron en conjunto implementar un tratado binacional para evitar contagios de la enfermedad entre ambos países.
El principal objetivo de este nuevo encuentro cara a cara es afianzar los vínculos entre los países y ‘trabajar fuertemente en todos los temas que hacen a la agenda bilateral’ según dijo a la televisión el canciller y acompañante del primer mandatario Francisco Bustillo.
Precisó que el viaje será ‘relámpago’ ya que parten en la mañana para compartir un almuerzo en el Palacio de la Alvorada y retornan en la tarde a Uruguay, pero remarcó que ‘la sintonía es excelente entre ambos presidentes’.
Desde la oposición el diputado del Frente Amplio, Daniel Caggiani comentó que el estrechamiento de las relaciones entre Uruguay Brasil es de suma importancia para ambos’ y aludió a proyectos conjuntos de transportación fluvial en agendas pendientes.
Pero a la vez indicó que ‘nos hace un poco de ruido que justo la primera salida al exterior’ de Luis Lacalle Pou ‘sea para reunirse con Bolsonaro’ cuyos ‘gestos en política y más en política internacional también pesan’.
Para el expresidente del Parlamento del Mercosur (Parlasur) con sede aquí ‘es necesaria la formulación de políticas de largo aliento en materia productiva y comercial, con espacios de formulación de acuerdos económicos que avancen en la integración a partir de negociaciones de alto nivel’.
Lacalle viajará en un avión privado cedido por el empresario brasileño Alexandre Grendene, entre los 25 hombres más ricos de Brasil e incluído en las mil principales fortunas del mundo, de acuerdo con la revista Forbes.
mem/hr