Cahe rindió declaración ante el equipo de fiscales de la localidad bonaerense de San Isidro, que lleva adelante la investigación del caso, coordinado por el fiscal general John Broyad, e integrado por sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y la fiscal Laura Capra.
Al exponer su criterio, quien fuera médico de cabecera de Maradona entre 1978 y 2009, señaló que por lo trascendido de la autopsia, su deceso se registró por insuficiencias cardíaca y renal. Ese resultado era totalmente evitable con un correcto seguimiento y control, apuntó.
Según consta en la declaración, a la que tuvo acceso la agencia de noticias Télam de fuentes próximas al expediente, Cahe precisó que un paciente como el ‘Pelusa’ ‘tenía que tener un control médico clínico permanente’.
Por otro lado, consideró que la casa de San Andrés de Tigre, donde Maradona se recluyó tras el posoperatorio que se le practicó por un hematoma subdural, ‘era lo menos indicado, porque él debía estar en terapia intensiva con control de neurocirujanos, terapistas, con control del corazón constante y continuo. Era la única opción’, dijo.
El médico añadió que por el cuadro cardíaco de Maradona, fallecido en noviembre pasado, había que controlarlo todos los días, cada cuatro o seis horas como máximo.
Esta semana la psiquiatra del también llamado el Pibe de Oro, Agustina Cosachov, quedó por segunda vez imputada por falsificar un certificado sobre la salud mental del gran astro de fútbol.
La doctora, investigada al igual que el neurocirujano Leopoldo Luque, enfrenta ahora el delito de ‘falsedad ideológica’, contemplado en el artículo 293 del Código Penal, y que prevé pena de hasta seis años de cárcel.
mgt/may