Junto a otros cinco ministros, Bolsonaro afirmó a la prensa que el Ejecutivo evalúa un proyecto para establecer un monto fijo de impuesto sobre operaciones a la circulación de mercancías y prestaciones de servicios de transporte (ICMS) en los combustibles o su incidencia en los valores en las refinerías.
El mandatario ultraderechista dio la declaración tras una reunión con los titulares y el presidente de la empresa estatal Petrobras, Roberto Castello Branco, en la que se discutieron las formas de contener el aumento de los costos del combustible en el país.
La subida de precios, especialmente de la gasolina y el gasóleo, preocupa al Palacio de Planalto (sede del Poder Ejecutivo).
Especialistas aseguran que los carburantes caros se consideran, políticamente, malos para la popularidad del gobierno.
Además, los importes elevados pueden suponer un obstáculo para los sectores que dependen del transporte, especialmente en este momento en que la economía sufre para retomar el crecimiento.
Según Bolsonaro, el Gobierno estudia sobre cambios en el ICMS y que, si se comprueba la viabilidad jurídica, presentará un proyecto sobre el tema al Congreso.
Precisó que las medidas tributarias que se experimentan no significarían una interferencia en la política de precios de Petrobras.
Actualmente se cobra en el momento de venta del combustible en la gasolinera y cada estado practica su propio porcentaje. El valor en el surtidor es mayor que en refinerías.
Por su parte, el ministro de Economía, Paulo Guedes, manifestó que el propósito del Gobierno es reducir el peso del Estado en todas las actividades económicas, mediante una progresiva depreciación de impuestos.
Reconoció que tales intenciones se ven afectadas por el impacto económico de la pandemia de la Covid-19.
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