Preguntado al respecto en su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario insistió en que su gobierno no auspicia la violación de derechos humanos y si se da un caso tan lamentable como los guatemaltecos incinerados en Tamaulipas el mes pasado, se buscan a los culpables y se castigan.
Confirmó que, efectivamente, 12 policías que participaron están detenidos y sujetos a proceso, y junto a ellos funcionarios de inmigración presuntamente vinculados al crimen, y con ellos tampoco va a haber impunidad.
Reveló que hay una comunicación constante con los familiares de las victimas y las autoridades de aquel país, y saben que está en proceso la investigación y todo se va a aclarar y decir lo investigado cuando tengamos los elementos.
Ante críticas del despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur con Guatemala, explicó que ese reforzamiento fue para proteger a los migrantes, quienes corren más peligro en la frontera norte con Estados Unidos, pues hay mucha violencia allí.
Aseguró que la frontera en Tamaulipas es la zona más violenta de México y de mayores enfrentamientos entre bandas de delincuentes y entre estos y policías y militares, y allí fue donde ocurrieron los hechos del mes pasado. Es un territorio en disputa permanente entre dos bandas que usan todo tipo de armas de alto calibre.
Pidió paciencia porque al nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le llevará un tiempo ordenar su política migratoria, lo cual significa que no será de inmediato que los migrantes puedan ir a ese país y ser legalizados, por eso continúan las deportaciones como se daba en el gobierno anterior, en igual número.
Es que no se puede modificar una política migratoria de un día para otro, por eso los migrantes deben estar informados para que no se dejen engañar por los traficantes de personas.
Hay una situación difícil pero se deben buscar alternativas y trabajo en los lugares de origen de los migrantes, incluido el sur de México, expresó.
Al mismo tiempo reiteró su criterio de que el denominado Plan Mérida debe desaparecer porque su gobierno no quiere ayuda militar ni helicópteros artillados, sino planes conjuntos de desarrollo económico para los productores de México y Centroamérica.
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