Aunque la orden de su excarcelación la emitió la víspera el Tribunal Civil de Croix des Bouquets, los policías de la penitenciaría se negaron a liberarlo, de acuerdo con declaraciones de la organización de derechos humanos Je Klere.
El domingo pasado, agentes detuvieron a Dabrésil, que se encontraba con una veintena de personas en una casa a la salida de la capital. El gobierno acusó al letrado de conspiración contra la seguridad interna del Estado, e incautó varias armas y poco más de 30 mil dólares.
El primer ministro Joseph Jouthe, afirmó que los acusados contactaron con altos cargos de la policía del Palacio Nacional, cuyo trabajo era detener al presidente, y facilitar la instalación de un nuevo gobierno provisional.
No obstante, asociaciones de magistrados calificaron de ilegal el arresto y denunciaron el ‘acoso y la intimidación’ contra los miembros del Poder Judicial, al tiempo que amenazaron con llevar el caso del juez hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Aún el resto de los acusados permanece en prisión, mientras este jueves cientos de personas se manifestaron en la comuna de Carrefour, situada en la salida sur de la capital para exigir que fueran puestos en libertad.
Los ciudadanos bloquearon la Ruta Nacional dos, único enlace de Puerto Príncipe con el sur del país, y amenazaron con mantener el movimiento hasta tanto alcancen sus reivindicaciones.
Haití vive una grave crisis sociopolítica y constitucional con los partidos de la oposición y un amplio número de organizaciones de la sociedad civil que estiman que el mandato de Moïse concluyó el pasado domingo.
‘Está reafirmado por todos los sectores de la sociedad y también todas las instituciones del país, incluyendo el Poder Judicial, la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Cuentas, también el presidente del Senado, todo el mundo está de acuerdo que el mandato venció el 7 de febrero’, dijo a Prensa Latina el académico y analista Camille Chalmers.
Por su parte, el gobernante, que recientemente recibió el apoyo del ejército, Naciones Unidas y el gobierno estadounidense, asegura que su gestión termina el año próximo.
‘No soy un dictador. Los dictadores son gente que toman el poder y no se sabe cuándo se marcharán. Yo sé que mi mandato termina el 7 de febrero de 2022’, dijo Moïse en un discurso en las redes sociales.
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