Ernst Noël, director del PNST, explicó que no se dispone de las cantidades suficientes de material gastable y reactivos, para poder extraer y analizar las muestras con el fin de ofrecer un mejor servicio a la población.
Hay muchos donantes, pero mientras estos productos no estén disponibles no podremos reanudar el servicio con la misma regularidad que antes, puntualizó Noël.
“Desgraciadamente, la mayoría de estos no están disponibles”, lamentó el doctor.
En las condiciones actuales, conseguimos recoger entre 20 y 30 bolsas de sangre al día, lo que es muy poco comparado con las necesidades de la población, que consume de 80 a 120 diarias.
Otro factor que afecta a la producción de sangre, según el director del PNST, es la migración masiva de los responsables del servicio, en particular a Estados Unidos.
En estos momentos se busca la forma de contratar nuevo personal, pero esto no resolverá automáticamente el problema, pues los aceptados necesitarán hasta dos meses de formación para realizar sus funciones.
Noël también señaló las dificultades que entraña el envío de equipos a las zonas periféricas, debido al bloqueo de las principales carreteras del país.
Esta crisis del Programa Nacional de Seguridad de las Transfusiones de Sangre se produce en un momento en el que son recibidas en los hospitales numerosas víctimas de heridas de bala.
Se trata -según los reportes médicos- de lesiones en el tórax, zona abdominal y en las extremidades inferiores que requieren amputación.
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