La Junta de Gobierno del BdeM determinó por unanimidad ejecutar una reducción de un cuarto de punto porcentual también como un reflejo de la baja en la inflación en las economías más avanzadas del mundo, expresa la nota.
Pero la Junta advirtió que entre los riesgos globales persisten el aumento en los contagios de Covid-19, retrasos en la producción y distribución de vacunas, la suficiencia de estímulos fiscales y otras tensiones.
La tasa de referencia no se ubicaba debajo de 4,25 por ciento desde el 29 de junio de 2016, cuando subió de 3,75 a 4,25 por ciento.
Aclara que las expectativas de la inflación general para el cierre de 2021 en México aumentaron ligeramente y las de mediano y largo plazos se mantuvieron estables en niveles superiores a la meta de 3,0 por ciento.
Las trayectorias esperadas en México indican aumentos en la inflación general en el segundo trimestre, asociados principalmente a los efectos aritméticos de la reducción en los precios de los energéticos de 2020 y una trayectoria decreciente a partir del segundo semestre, señala el banco emisor.
Se prevé una inflación subyacente, que excluye a los precios más volátiles como los de los energéticos y los agrícolas, de alrededor de 3,0 por ciento desde el tercer trimestre de este año.
Estas previsiones, aclara, están sujetas a riesgos de corto y de mediano plazos. El balance de riesgos de la trayectoria esperada para la inflación es incierto, concluyó la Junta.
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