La denuncia constitucional, modalidad aplicable a exgobernantes, fue presentada por los legisladores Jesús Apaza y Rubén Ramos, que acusan a Vizcarra por los cargos de negociación incompatible y aprovechamiento indebido del cargo.
El proyecto quedó pendiente de la aprobación parlamentaria y parte de la convicción de que Vizcarra aprovechó su autoridad para hacerse vacunar, el 3 y el 29 de octubre, aunque él alega que lo hizo como un voluntario más y no lo hizo público por un protocolo de confidencialidad de los ensayos.
Al mismo tiempo, la versión del exgobernante fue objeto de cuestionamientos y contradicciones, lo que acrecienta las dudas sobre la verosimilitud de sus explicaciones, en el sentido que el equipo a cargo de los ensayos de la vacuna le propuso que participe y él aceptó.
Vizcarra afirma que consultó con el primer ministro de entonces, Walter Martos, el tema y que este le aconsejó que no acepte porque era riesgoso, lo que Martos desmintió.
Vizcarra, cuya esposa también fue inyectada, se aferra a su versión de que fue voluntario y que solo recibió un placebo, como la mitad de los 12 mil voluntarios participantes, y para probarlo se sometió delante de periodistas a una prueba serológica de descarte de Covid-19 que arrojó que no registra anticuerpos.
Medios de prensa locales citan fuentes no identificadas para sostener que Vizcarra de alguna manera sabía que la vacuna era efectiva y pidió ser vacunado y no es cierto que no fuera convocado.
El médico Germán Málaga, jefe de uno de los grupos de ensayo de la vacuna, confirmó a su vez que visitó al mandatario, quien lo convocó al palacio de gobierno, pero invocó la confidencialidad a la que esta obligado para no hablar más del asunto.
El Comité de Ética del Colegio Médico anunció que Málaga será sometido a un proceso por su participación en el asunto, que salió a la luz en un libro del periodista Carlos Paredes.
El diario Perú.21 desmintió la versión de Vizcarra de que estaba obligado a mantener reserva sobre su participación y refirió que dos de sus reporteros fueron voluntarios y no se les indicó que no lo hagan público.
El canciller de entonces, Mario López, declaró que el entonces presidente consultó con sus ministros y les dijo que también podían ser voluntarios, pero después les indicó que mejor no lo hicieran porque podría ser riesgoso, y avaló la versión del exgobernante sobre la confidencialidad.
Sin embargo, Rocío Barrios, en aquel entonces ministra de la Producción, negó que el mandatario hubiera planteado el tema al gabinete ministerial, mientras la titular de Salud actual, Pilar Mazzetti, quien ocupaba el mismo cargo con Vizcarra, dijo que este no estaba en la lista de voluntarios y que en los ensayos vacunales se prohíba la participación de autoridades.
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