Los glaciares del Himalaya, en el sur de Asia, desempeñan un papel fundamental en el suministro de agua para fines como la agricultura, la energía hidroeléctrica y la biodiversidad.
Alrededor de 240 millones de personas de la región, incluidos 86 millones de indios dependen de los glaciares del llamado Hindu Kush Himalaya para el suministro de agua, refirió el portal Newsclick.
El calentamiento global amenaza a estos glaciares y las poblaciones que dependen de ellos, pues la desaparición de los hielos aumenta el riesgo de escorrentías e inundaciones.
La ruptura el 7 de febrero de un lago glaciar en el distrito de Chamoli del norteño estado indio de Uttarakhand mató a más de 30 personas, mientras se teme que otras 150 están desaparecidas o atrapadas.
La mayoría de los muertos son obreros que construían infraestructuras de energía hidroeléctrica, como el pequeño proyecto de 13,2 megavatios (MW) del río Rishiganga, cerca de la aldea de Raini, que fue arrasado por la avalancha, y la dañada central eléctrica de 520 MW de Tapovan, del río Dhauliganga.
Basándose en estudios de imágenes satelitales y observaciones de especialistas indios, se estima que el desprendimiento de una gran sección de la cima de una montaña rocosa y la consiguiente avalancha de grandes cantidades de nieve y rocas desencadenó un desprendimiento masivo.
Se sospecha que los acontecimientos se iniciaron por la caída de una parte de un glaciar sobre una inestable pared rocosa.
Para los expertos, dos aspectos principales que contribuyen a estas catástrofes en el Himalaya son el cambio climático y los proyectos irreflexivos de infraestructuras y otras obras en la delicada región.
Es sabido que el calentamiento global provocado por el hombre causa el rápido deshielo y reduce los glaciares y casquetes polares. Estudios recientes indican que las tasas de derretimiento son más altas en la actualidad que en décadas anteriores.
La desaparición de los glaciares crea grandes lagos, cuyas barreras a veces se rompen, liberando grandes volúmenes de agua que provocan inundaciones repentinas.
Se sabe que el Himalaya es una cadena montañosa joven e inestable, sujeta a frecuentes desprendimientos de tierra, con chaparrones e inundaciones repentinas que derriban toneladas de rocas y otros escombros.
La expansión de los asentamientos en las regiones montañosas ejerce presión sobre ese medio ambiente, así como la construcción de carreteras, el agotamiento de las fuentes de agua y la tala de árboles, que facilitan el desprendimiento del suelo y las rocas, aumentando los deslaves y la escorrentía del agua de lluvia, que inundan los arroyos y ríos locales.
A P Dimri, profesor de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Jawaharlal Nehru, dijo que con el cambio climático la parte superior del Himalaya se calienta más rápidamente, provocando un deshielo más veloz.
Esto da lugar a un número cada vez mayor de lagos glaciares, formados por el agua derretida de los casquetes de hielo que se acumula en la boca del glaciar. Con el aumento de ese fenómeno, la ruptura de los lagos glaciares amenaza las comunidades ubicadas aguas abajo.
Mohd Farooq Azam, profesor adjunto de Glaciología e Hidrología del Instituto Indio de Tecnología de Indore, explicó que el incidente de Uttarakhand pudo producirse por la fractura de un glaciar colgante de 0,2 kilómetros cuadrados, junto con avalanchas de nieve y rocas, a cinco mil 600 metros de altitud cerca del pico Trishul.
El agua acumulada y encerrada en los restos de nieve debajo del glaciar se liberó cuando la masa de roca del glaciar cayó, descendiendo casi dos kilómetros antes de golpear tierra pantanosa.
No en balde, un informe especial sobre el océano y la criosfera en un clima cambiante del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU preveía el retroceso de los glaciares, provocando desprendimientos e inundaciones.
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