En un artículo publicado en el diario La Estrella de Panamá, el médico local expresó que las expectativas ante los esperanzadores fármacos se desvanecen ante una ‘pelea de tigre con burro amarrado’, en la cual, las naciones con más recursos financieros, dueñas además de la industria farmacéutica, son el tigre.
Durante su análisis incluyó a Panamá en el grupo que no forma parte de la élite de los poderosos del planeta y que pese a mostrar muy buenos indicadores macroeconómicos, se caracteriza por una gran desigualdad en la distribución de la riqueza y el bienestar a lo interno del territorio nacional.
No obstante, estamos en la carrera, tenemos los recursos financieros, un sólido programa de inmunizaciones, con los recursos humanos necesarios, y la cadena de frío adecuada para la logística, recordó el galeno panameño en alusión a los obstáculos que frenan la adquisición de las vacunas en muchos lugares del mundo.
Sin embargo, esas capacidades no son suficientes como lo evidencia el hecho de que solo hemos recibido 12 mil 800 dosis, lo cual permitió vacunar apenas al 0,2 por ciento de la población total, muy lejano del 70 por ciento necesario para lograr la inmunidad de rebaño, acotó Prosperi.
‘La otra cara de la moneda en esta carrera por las vacunas, la presentan los países ricos que han podido reservar las dosis que necesitan con las empresas que las han desarrollado y avanzan rápidamente hacia la cobertura necesaria’, dijo.
Esa capacidad de comprar grandes reservas por adelantado es lo que garantiza a las naciones con más recursos financieros tener acceso temprano a esos inyectables, dada la limitada capacidad de fabricación mundial, subrayó.
A esto se suman las negociaciones de los contratos que requieren de muchos acuerdos desafiantes y de los cuales la población tiene poca o ninguna información, pues las empresas exigen confidencialidad, requisito que vulnera la posibilidad de control social por parte de la ciudadanía, expresó el doctor.
La víspera, el presidente del Parlamento Latinoamericano y Caribeño, Jorge Pizarro, aseveró que en tiempos de Covid-19 resulta necesario, más que nunca, la unidad para el proceso de vacunación que demandan nuestros conciudadanos.
‘Eso requiere que actuemos unidos frente a la comunidad internacional y la europea, que hoy día quiere limitar los compromisos de entrega de vacunas, mientras ellos no se vacunan. Nos parece que un acto mínimo de solidaridad internacional, debe implicar un compromiso de vacunar a todos los ciudadanos del mundo porque si no, no vamos a tener la solución a esta pandemia’, apuntó.
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