La reunión plenaria, que sesionó también por videoconferencia, finalizó la víspera luego de tres días de análisis y dio continuidad al recién finalizado VIII Congreso de la organización, informó hoy la agencia de noticias ACNC.
El encuentro presidido por el secretario general del PTC, Kim Jong Un, deliberó sobre temas fundamentales como el cumplimiento de las tareas del primer año del plan quinquenal presentado en la magna cita y la intensificación en toda la sociedad de la lucha contra los fenómenos opuestos a los principios socialistas.
Otros asuntos estuvieron relacionados con la vida interna del Partido: organización, enmiendas de consignas y estatutos.
Al referirse al plan quinquenal, Kim exhortó a diseñar bien las tareas desde el primer año, en función del desarrollo de la economía nacional, y darle así cumplimiento a las nuevas metas determinadas en el Congreso para lo cual, dijo, demanda separarse de ‘todo lo esquemático y anticuado’.
El informe presentado por el máximo dirigente partidista criticó los errores en el trabajo de varios sectores importantes de la economía y apuntó que el plan elaborado por el Consejo de Ministros para el presente año no introdujo ‘cambios notables’ en comparación con períodos anteriores.
Refirió que ese plan no reflejó en modo correcto las ideas y orientaciones del VIII Congreso y careció de la ‘visión innovadora y tácticas efectivas’, al asumir casi de manera mecánica las cifras propuestas por los ministerios.
Al respecto, el secretario general del PTC señaló que algunos sectores aumentaron subjetivamente sus planes sin apego a las posibilidades reales y otros los redujeron demasiado bajo el pretexto del reajuste y el reforzamiento.
Kim llamó a ‘resolver con urgencia’ el problema de la administración de la economía y tomarlo como la tarea más importante con el objetivo de mantener el carácter socialista del Estado y eliminar los fenómenos ajenos al socialismo.
Subrayó que en la nueva etapa la revolución coreana demanda más que nunca intensificar la lucha contra los fenómenos opuestos y enajenados a los principios socialistas; y aseguró la voluntad y determinación de eliminar ‘ese tumor maligno’ que amenaza el sistema y la unidad.
El máximo dirigente del PTC demandó, en ese sentido, organizar una ‘poderosa comandancia conjunta’ desde el centro hasta las provincias, ciudades y distritos para controlar de manera unificada la lucha mencionada y librarla concentrada y multilateral.
También exigió a las organizaciones partidistas librar una intensa campaña para acabar con el abuso de poder, el burocratismo, los actos ilícitos y corruptos de los funcionarios y destituir a quienes fomenten y amparen esos actos, opuestos y contrarios a los principios socialistas.
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