El dato supone un descenso de casi 23 puntos respecto a la anterior cita electoral del 21 de diciembre de 2017, cuando a la misma hora (18:00) la afluencia fue del 68,26 por ciento, según la página web habilitada para la jornada por la Generalitat (autogobierno catalán).
Los sondeos de opinión apuntaron a una importante caída de la movilización de los votantes, debido a la pandemia de la Covid-19 y el temor a contagiarse en los colegios electorales, pese a las medidas sanitarias implementadas por las autoridades.
En la contienda de hace tres años, la afluencia final a las urnas alcanzó la cifra récord de 79,04 por ciento.
Más de 5,6 millones de ciudadanos están llamados a votar este domingo en esa comunidad autónoma (región) de 7,8 millones de habitantes, que en 2017 fue escenario de un fallido intento de secesión.
Además de la situación por la Covid-19, la incertidumbre es también política en la próspera autonomía del noreste del país, marcada hace una década por el auge del independentismo que la gobierna desde 2015.
Los comicios, terceros en poco más de cinco años, fueron convocados por la inhabilitación judicial en septiembre último del entonces presidente catalán, Quim Torra, condenado por desobedecer una orden de la Junta Electoral Central.
Las de este 14 de febrero son vistas como unas elecciones decisivas, en las que detractores y partidarios de la unidad de España se disputan la mayoría en el parlamento, de una región con un fuerte sentimiento separatista.
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