La instancia llamó la atención sobre el caso de dos comunicadores heridos por armas de fuego el pasado 8 de febrero en la céntrica plaza del Champs de Mars cuando la policía reprimió un movimiento de protesta, y dos días después en el curso de una manifestación en esta capital periodistas y un automóvil de Radio Télé Pacific fueron víctimas de granadas de gas lacrimógeno lanzadas por los agentes.
En una misiva dirigida a la Inspección General de la Policía, la OPC invitó a las autoridades a pronunciarse sobre los casos de ‘abusos y atentados a la integridad física o moral cometidos contra periodistas en el ejercicio de sus funciones’, se lee en el texto.
Las agresiones contra la prensa generaron numerosas reacciones dentro y fuera del país, al señalar que los medios son garantes de la libertad y la democracia.
La víspera las misiones de Naciones Unidas en Haití expresaron su preocupación por el uso ‘desproporcionado’ de la fuerza contra el gremio y advirtió que estas acciones tienen el efecto de limitar el derecho a la información.
De igual manera, instó a las autoridades a revisar sus prácticas contra los periodistas, castigar debidamente los abusos y las violaciones probadas, y recalcó que una prensa libre e independiente, sin censura ni coacción es esencial para el desarrollo de la paz, respeto a la justicia y promoción de los derechos humanos.
El académico y activista progresista Camille Chalmers dijo a Prensa Latina que en las últimas semanas aumentó la represión no solo contra los periodistas sino que también hizo blanco en activistas políticos de los barrios populares.
Los ataques a la prensa ocurren en un contexto de polarización del país, en medio de los llamados de organizaciones sociales y partidos políticos para que el presidente Jovenel Moïse asuma el fin de su mandato, que, según estiman concluyó el 7 de febrero, mientras el jefe de Estado asegura estar en el poder hasta el próximo año.
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