En su segunda edición, el evento acoge piezas utilitarias y decorativas trabajadas en madera, piedra, fibras vegetales y orfebrería, así como artículos textiles que denotan la identidad de la región y demuestran el desarrollo de la industria artesanal.
Impulsada por el artesano Víctor Ruiz, la iniciativa conjuga el talento de la agrupación Alfareras del Lago Widülafken y de la Escuela de Oficios de la Corporación de Adelanto Amigos de Panguipulli, cuyas artistas destacan por la creación de vasos utilitarios Pitrén, galardonados en 2020 con el Sello de Excelencia Artesanal.
Financiada por el Ministerio de las Culturas y con el apoyo de la Municipalidad de Villarrica, el evento transcurrió bajo las medidas estipuladas para garantizar la seguridad sanitaria, entre ellas el aforo limitado y el uso obligatorio de mascarilla.
La artesanía chilena constituye una expresión de la identidad y patrimonio cultural de esa nación, con técnicas y materias primas legadas por generaciones, que responden a las características geográficas de cada territorio.
Entre las prácticas más comunes destacan la alfarería o cerámica, cuyos rasgos todavía preservan la influencia indígena, la cestería, el hilado con huso manual y el uso del telar aborigen, la talla en madera y la orfebrería.
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