Este jueves, el Comité de Presupuesto de la Cámara baja anunció que el lunes próximo abordará varios segmentos de esa propuesta y realizará en esa semana una votación con el fin de allanar el camino hacia su aprobación.
Si bien los demócratas presionan, con la fuerza de su mayoría en el Congreso, para cumplir las promesas hechas por Biden, el proceso de aprobar una legislación tan importante es complicado y debe superar una serie de obstáculos en ambas Cámaras (alta y baja), reporta la cadena CNN.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, señaló que el Comité de Presupuesto ‘consolidará’ los diversos elementos del plan de rescate, luego del trabajo de los comités con jurisdicción sobre disposiciones políticas específicas.
Después de eso, precisó, se espera una votación ‘en algún momento al final de la próxima semana’.
Los demócratas planean adoptar la legislación a través de un proceso llamado reconciliación, que permitirá la aprobación en el Senado con solo 51 votos.
Una vez que la Cámara de representantes apruebe la legislación, pasará al Senado, donde los demócratas tienen la mayoría más estrecha posible: aunque hay una división partidista de 50-50, la vicepresidenta Kamala Harris –perteneciente al partido azul– tiene la capacidad de intervenir y actuar con un voto de desempate.
Si los demócratas de la Cámara baja logran realizar una votación sobre el proyecto a fines de la próxima semana, este pasaría al Senado y si esa instancia enmienda la propuesta de legislación, lo enviará de regreso a la Cámara de representantes para su aprobación final la semana del 8 de marzo.
Pelosi espera que el paquete de ayuda económica frente a la Covid-19 esté en el escritorio de Biden para el 14 de marzo, cuando expiren los beneficios por desempleo.
Por su parte, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, señaló que el Congreso puede tomar una acción final en la semana del 8 de marzo.
El paquete económico de 1,9 billones de dólares propuesto por Biden incluye una nueva emisión de cheques de estímulos de mil 400 dólares para los ciudades necesitados, una expansión del crédito tributario por hijos y un aumento en el salario mínimo a 15 dólares la hora, entre otros elementos que aún se discuten.
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