Se trata de la ruptura de la política antimigratoria neofascista implementada por el entonces presidente Donald Trump quien separó a niños de sus familias y los recluyó en jaulas como las usadas por el ejército estadounidense en Vietnam del Sur, e instaló el programa Quédate en México, como denunciara reiteradamente el analista del diario The New York Times David Brooks.
Los 25 solicitantes de asilo dieron negativo en la prueba de Covid-19 en México y fueron llevados a hoteles de San Diego para ponerlos en cuarentena, antes de tomar un avión o autobús a sus destinos finales en Estados Unidos, dijo Michael Hopkins, director ejecutivo de Jewish Family Service.
Hopkins dijo que se espera de Estados Unidos la aceptación de 25 migrantes por día en San Diego para las audiencias judiciales, inscritos en el programa ‘Quédate en México’ de Trump.
De acuerdo con Hopkins, las autoridades pueden procesar hasta 300 solicitudes de asilo por día en el cruce fronterizo de San Diego, sin embargo, no se sabe cuándo cambiarán la cantidad de ingresos diarios. Asimismo, se espera que para el lunes los migrantes ingresen al paso fronterizo de Brownsville, Texas, y el próximo viernes en El Paso.
Las llegadas del viernes son las primeras de un estimado de 25 mil personas con casos activos en el programa ‘Quédate en México’ y varios cientos que están apelando decisiones.
Los funcionarios estadounidenses advierten a las personas que no vayan a la frontera entre Estados Unidos y México y que se registren en un sitio web que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados lanzará a principios de la próxima semana.
Si bien las llegadas comienzan a reactivar el sistema de asilo a la forma en que funcionó durante décadas, hay preguntas sin respuesta, incluida cómo los centroamericanos que regresaron a casa volverán a la frontera mexicano-estadounidense.
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