Según dijo a la prensa, planeaba ir a ese Estado a mediados de la próxima semana, pero no quisiera ser una carga por todo lo que conlleva la visita de un presidente.
En Texas están trabajando duro para socorrer a las personas y lidiar con la actual crisis, si llego a la conclusión de que puedo ir sin crear más carga, entonces planeo viajar, precisó.
Sobre ese tema espera tomar una decisión a inicios de la próxima semana, dijo a reporteros en la Casa Blanca.
La víspera, Biden habló con el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, y expresó que su administración estaba lista para enviar apoyo o asistencia federal adicional en caso de desastre, de acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca.
En medio de una tormenta invernal, temperaturas gélidas récord y una elevada demanda para mantener servicios como el de la calefacción, millones de personas en Texas quedaron sin suministro de energía.
Muchos residentes critican ahora la falta de previsión y de advertencias por parte de las autoridades del estado.
Según reportan medios locales, muchas de las plantas de energía a gas resultaron afectadas por la nieve y el hielo.
Si bien Texas es el único de los 48 estados continentales de la nación norteña con su propia red eléctrica independiente, resultó el de mayores problemas por los cortes en el servicio, justo cuando enfrentaban bajas temperaturas récord.
Decenas de personas murieron en ese estado en los últimos días debido al frío o en accidentes de tránsito provocados por el hielo en las carreteras, mientras que a nivel nacional los fallecidos son unos 30.
Las tormentas invernales y los cortes de energía generalizados también han comprometido el acceso de los tejanos al agua, los recursos médicos y otros servicios esenciales.
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