El final está realmente a la vista, y un año miserable dará paso a una primavera y un verano que serán muy diferente e incomparablemente mejor que el escenario que vemos hoy, aseveró Johnson, al exponer ante el Parlamento la hoja de ruta trazada por el Gobierno para salir del confinamiento.
Según detalló el gobernante conservador, la desescalada iniciará el 8 de marzo con la reapertura de las escuelas, y la posibilidad de que dos personas de núcleos familiares diferentes puedan reunirse en un parque o en un lugar abierto.
Para el 29 de marzo, el número de participantes en ese tipo de encuentros públicos se ampliará a seis o a dos familias, al tiempo que se abrirán las áreas deportivas como canchas de tenis y de baloncesto.
Barberías, gimnasios, salones de belleza, tiendas que venden artículos no esenciales y lugares de ocio, como zoológicos y parques temáticos, tendrán que esperar hasta el 12 de abril, mientras que la fecha para comenzar a acudir a bares, restaurantes, cines y hoteles será el 17 de mayo.
A partir de ese día también se podrán reunir hasta dos familias bajo un mismo techo, y se permitirá el acceso del público a los estadios.
De acuerdo con Johnson, quien enfrenta fuertes presiones de legisladores de su propio partido para decretar el fin de la cuarentena a más tardar en abril, habrá que esperar al 21 de junio para la eliminación de todas las reglas de distanciamiento social, y la vuelta total a la normalidad.
El primer ministro insistió, sin embargo, que antes de aprobar cada fase, el Gobierno analizará de forma minuciosa, y partir de los datos aportados por los científicos, el comportamiento de la pandemia.
Tras recalcar que será una desescalada ‘cautelosa’, Johnson explicó que se tendrán en cuenta cuatro criterios: el desarrollo exitoso de la campaña de vacunación, que las vacunas demuestren ser efectivas para reducir los ingresos hospitalarios y las muertes, que los contagios no amenacen con desbordar los servicios de salud y el peligro de las nuevas variantes del virus.
Al reaccionar a la presentación de la hoja de ruta, el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, pidió al gobernante priorizar a los maestros en esta etapa de la campaña de vacunación, y abogó por el mantenimiento de la ayuda económica estatal al sector privado para evitar los despidos masivos como consecuencia de la pandemia.
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