Fuentes judiciales aseguraron que la jueza Rosa Weber, del STF, fue la encargada de enviar la notificación a la Procuraduría General tras una demanda del Partido Democrático Trabalhista (PDT) que considera criminal la propaganda de una droga sin eficacia probada contra el patógeno.
Luego de recibir la notificación punitiva, corresponde ahora al fiscal general, Augusto Aras, decidir si denuncia o no al mandatario ultraderechista por el presunto delito, además de otras medidas oportunas, como la apertura de una investigación.
El PDT acusa a Bolsonaro de poner en riesgo a la población al indicar el medicamento cloroquina, sin validez probada contra la Covid-19, como tratamiento suficientemente temprano para contener los síntomas graves de la enfermedad que hasta la fecha cobró más de 246 mil muertes y 10 millones contagios en el país.
También el documento de la organización política cita los presuntos delitos relacionados con las arcas federales y las licitaciones, debido a las compras públicas realizadas por el Gobierno para producir tabletas de cloroquina e hidroxicloroquina.
Médicos especialistas en infecciones denunciaron el 19 de enero que sufren amenazas de muerte por parte de partidarios de Bolsonaro para que formulen tratamientos con cloroquina o ivermectina en casos de pacientes contagiados por la Covid-19.
‘Estamos sufriendo constantes amenazas de muerte por parte de personas con actitudes negativas (llamados bolsonaristas) no solo yo, sino todos los directores de la sociedad brasileña de infectología que no apoyan la cloroquina, la ivermectina y el tratamiento precoz’, notificó el médico Sérgio Cimerman.
El coordinador científico de la Sociedad Brasileña de Infectología, citado en la ocasión por el portal de noticias Brasil 247, remarcó que ‘no hemos escapado a la ciencia hasta hoy y seguiremos, con amenazas de muerte o no, siguiendo en la lucha’.
Recientemente, el médico francés Didier Raoult, uno de los principales defensores de la hidroxicloroquina para el tratamiento de la Covid-19, cambió de posición y admitió por primera vez que el medicamento no reduce la mortalidad por la dolencia.
Tal información apareció en el sitio web del Centro Nacional de Información sobre Biotecnología de Francia y se publicó en el periódico Le Figaro.
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