Según los especialistas, en esta capital el verano que termina clasifica entre los cinco más fríos desde que se tiene registro, e incluso, si no se elevan mucho las temperaturas en las semanas venideras, puede quedar como el de más bajas temperaturas en 70 años.
Además, la caída de los termómetros no solo ha afectado a la capital del país, sino que se extendió desde la región de Valparaíso hasta la del Ñuble, en toda la zona central.
Sobre esta situación, Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago de Chile, explicó al diario El Mercurio, que un día es considerado muy caluroso en febrero si la máxima supera los 32 grados centígrado y muy frío si no sobrepasa los 25 grados.
Añadió que en este mes hubo ya ocho días en los cuales la máxima estuvo por debajo de los 25 grados, lo cual nunca antes había ocurrido.
En contraste, en el sur del país e incluso en la zona austral han predominado las altas temperaturas que sobrepasaron los 30 grados, y una sequía extrema con un déficit de 65 por ciento de precipitaciones en comparación con un año normal.
Especialistas en meteorología advierten que los cambios bruscos en esta ocasión no son consecuencia del cambio climático, sino obedecen más al fenómeno de La Niña, que provoca un mayor enfriamiento de las aguas en el Océano Pacífico.
José Vicencio, investigador de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile, puntualizó que La Niña tiende a producir condiciones normales o frías en la zona central de Chile y veranos cálidos en el sur.
Explicó que este fenómeno provoca que el anticiclón del Pacífico, responsable de que en el norte no haya lluvias durante todo el año y de los veranos secos en la zona central, extienda su influencia más al sur de lo normal.
Esto se ha reflejado en olas de calor prolongadas, como ocurrió en la sureña ciudad de Osorno, en la región de Los Lagos, donde las altas temperaturas duraron nueve días, lo que representó un registro histórico.
Añadió además el experto que el aumento de presión atmosférica en el sur del país se debe a la existencia de una mayor formación de nubosidad en la zona costera, lo cual genera una vaguada que avanza hacia el interior más allá de lo acostumbrado y genera mañanas más frías en una amplia zona.
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