A esto se suma que la nación istmeña también experimentó una reducción del 17 por ciento en el número de casos nuevos y hospitalizados, incluso en las salas de cuidados intensivos hay una tendencia a la estabilidad.
Según el epidemiólogo Arturo Rebollón, la disminución de los enfermos y la demanda del sistema de salud responde al cambio de estrategia contra la pandemia, enfocada en la prevención, la detención de los positivos a través de la trazabilidad y la vacunación.
No obstante, consideró que la tasa de fallecidos diarios todavía resulta alta, al promediar 15, cifra que coloca al país centroamericano dentro de las primeras posiciones de letalidad en la región con 1,7 por ciento.
Precisó que también se observa una reducción importante en la cantidad de casos activos (nueve mil 795), situación que en su conjunto generó la decisión de abrir cines, casinos, juegos de azar y canchas deportivas a partir del 6 de marzo venidero, así como el levantamiento de la cuarentena total los fines de semana.
Sin embargo, el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, anunció la implementación del confinamiento domiciliario los sábados y domingo en el distrito de Changuinola, provincia de Bocas del Toro, debido a los altos niveles de contagios que persisten en esa zona caribeña.
Resaltó que gracias al comportamiento social de la gran mayoría de la población y a las medidas restrictivas adoptadas, la nación istmeña logró prevenir contagios, disminuir las muertes y evitar el colapso del sistema sanitario.
En las últimas 24 horas, Panamá contabilizó un total acumulado de 337 mil 805 infectados, cinco mil 772 decesos y mil 296 hospitalizados, de ellos 181 en cuidados intensivos.
msm/npg