La asociación Zafè etidyan ayisyen (Asuntos estudiantiles haitianos) denunció que un colega fue alcanzado por una bala durante las protestas del pasado lunes, que exigía la liberación del profesor Abdias Édumé, secuestrado desde mediados de febrero.
Deploraron asimismo, que el estudiante James Pierrin de la Facultad de Ciencias Humanas, recibió un proyectil en el cuello el 20 de enero, disparado por las fuerzas de seguridad.
Esta organización integrada por alumnos de la Universidad Estatal de Haití, Universidad Episcopal, Universidad de Notre-Dame y la Universidad de Puerto Príncipe, lamentó el ‘silencio cómplice’ de las autoridades y subrayó que la misión de la Policía es proteger la vida y la propiedad de los ciudadanos y no reprimir protestas legítimas.
Al mismo tiempo, reclamó investigaciones y sanciones a los responsables de las muertes de Samu Mical, el 25 de agosto de 2020 y Grégory Saint-Hilaire, en octubre de ese mismo año, en el curso de dos movilizaciones.
Mientras se multiplican las protestas contra el Gobierno, crecieron las denuncias de organizaciones de derechos humanos sobre la violencia policial.
La semana pasada, la plataforma Defender Plus aseguró que recibió al menos seis denuncias formales relacionadas este fenómeno, y criticó la actuación de los agentes contra periodistas en el ejercicio de sus funciones.
Desde finales de enero al menos cuatro comunicadores recibieron el impacto de armas de fuego y otros fueron alcanzados por botes de gases lacrimógenos en el curso de las manifestaciones que pedían al Gobierno respetar la constitución y asumir el final de su mandato.
Aunque las autoridades condenaron los hechos, el pasado lunes el presidente Jovenel Moïse dijo ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que a menudo las bandas ‘se disfrazan’ de representantes de medios de comunicación para atacar a los policías en activo, lo que generó rechazo de las asociaciones de prensa.
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