En ese período, indicó la fuente, la contracción del PIB a precios constantes fue de 8,9 por ciento, con un decrecimiento de 9,1 en las inversiones fijas brutas y de 7,8 en los consumos nacionales finales, mientras cayeron 13,8 y 12,6, las exportaciones e importaciones, respectivamente.
La demanda nacional, sin incluir los inventarios, afectó 7,8 por ciento la dinámica del PIB, al tiempo que se observó una reducción en el valor agregado en todos los sectores, con destaque para la industria con menos 11,1; servicios, -8,1; construcción, menos -6,3; y agricultura, menos seis por ciento.
El saldo primario, entendido como el monto de la deuda pública menos los gastos por intereses, medido en relación con el PIB, fue de menos seis por ciento, comparado con más 1,8 por ciento en 2019, apuntó el Istat.
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