En un discurso ante el Consejo de Ministros, el mandatario señaló que el pasado 30 enero la nación fue sorprendida en horas de la madrugada por un acto de rebelión en la localidad de Cafunfo, en Lunda Norte, protagonizado por un grupo de angoleños y extranjeros.
La reacción de las fuerzas policiales ante el ataque a una comisaría causó la muerte de seis insurgentes y algunos heridos, atendidos de inmediato en diferentes unidades hospitalarias de la provincia, aseguró el gobernante.
Sin embargo, apuntó, lamentamos la pérdida de vidas humanas 19 años después del cierre definitivo de la confrontación armada interna en Angola y el restablecimiento de la paz y la reconciliación nacional.
Lourenço llamó a desalentar la práctica de cualquier tipo de acto contra la seguridad y la soberanía del país, contra la Constitución y la ley.
Al decir del mandatario, como siempre, surgieron voces de cuestionamiento a la Policía Nacional, que frustró la acción criminal, en vez de señalar a los actores del atentado contra el Estado angoleño.
El también líder del gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola lamentó que entre los defensores del desacato estuvieran partidos políticos con escaños parlamentarios, cuyos diputados juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución y la ley.
Los órganos competentes del Estado, los Servicios de Investigación Criminal, la Procuraduría General de la República y los Tribunales determinarán la veracidad de los hechos, la responsabilidad de cada uno de los participantes y actuarán de conformidad con la ley, subrayó.
El mandatario también alertó sobre la existencia de debates públicos en torno a la nacionalidad adquirida por dirigentes de partidos políticos y la probabilidad de que aspiren a postularse algún día para ocupar la máxima magistratura de la nación.
Según dijo, el análisis ha sido manipulado y distorsionado por conveniencia de unos pocos, como si el asunto se tratara de la doble nacionalidad, condición que no está prohibida a ningún angoleño, salvo la excepción prevista en la Constitución.
De tal modo, indicó, ‘consideramos infundados y poco realistas los temores de algunos analistas’, que apuntan al surgimiento de una campaña de incitación al racismo y la xenofobia.
Durante siglos, remarcó, toda la lucha por la emancipación y la independencia nacional fue, al mismo tiempo, contra la segregación racial, contra el racismo.
Todo el barullo’ en torno a ese falso problema de la doble nacionalidad busca, sobre todo, propiciar la división entre los angoleños, entre las distintas regiones del país, entre las distintas tribus y etnias que conforman el rico y vasto mosaico cultural de la nación, estimó.
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