La misión desplegada hasta el martes próximo tiene entre sus objetivos intercambiar puntos de vista con autoridades nacionales, actores políticos, organizaciones de la sociedad civil, así como con socios internacionales, explicó en un comunicado.
La delegación, encabezada por el embajador Désiré Nyaruhirira, asesor especial y político de la OIF, se comprometió a apoyar el fortalecimiento de la paz y la democracia en el país.
En noviembre pasado el Gobierno de Haití pidió ayuda a la organización francófona para el proyecto cambio constitucional impulsado por el presidente Jovenel Moïse, que genera amplias críticas de partidos opositores y de plataformas de la sociedad civil.
Según confirmó el canciller Claude Jospeh, las propuestas gubernamentales sufren de los ‘persistentes bloqueos y disfunciones institucionales’, y solicitó asistencia técnica para dotar a la nación de una carta magna moderna.
Sin embargo, las fuerzas contestatarias denunciaron que la ley de leyes beneficiará al partido gobernante, al que acusan de mala gestión y corrupción durante la última década en el poder.
André Michel, portavoz del Sector Democrático y Popular, criticó la falta de legitimidad del presidente para emprender una reestructuración de la principal ley del país.
La misión de la OIF llega en un momento en que se acentuó la crisis sociopolítica, con varios sectores exigiendo que Moïse abandone el Palacio Nacional, pues estiman que su mandato concluyó el 7 de febrero, aunque este lo niega.
Recientemente crecieron las denuncias sobre la supuesta dictadura hacia la cual se encamina el país, sin embargo el Gobierno replicó que las masivas protestas convocadas son prueba de la inexistencia de una administración autocrática.
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