Durante su visita el mandatario ratificará el apoyo de Egipto al territorio vecino, a la vez su estancia le permitirá dialogar en torno a cuestiones de interés común para ambos países, como los esfuerzos encaminados a conseguir un pacto vinculante sobre la represa construida por Etiopía, comentó el portavoz presidencial, Bassam Rady.
Tanto El Cairo como Jartum insisten en alcanzar un trato con pautas referidas a la velocidad de llenado del depósito, pues temen que una vez en funcionamiento el colosal proyecto limite el flujo del Nilo, además piden medidas dirigidas a mitigar posibles efectos de sequías severas o prolongadas.
Se trata del único curso de agua de Egipto, del que depende para la agricultura, la acuicultura, la generación de electricidad e incluso el turismo, por lo que exige un consenso trilateral de carácter vinculante, postura con la que coincide Sudán.
Mientras Etiopía defiende su derecho a explotar tal recurso transfronterizo en beneficio de su desarrollo y asegura que no ocasionará perjuicios a los restantes Estados ribereños.
A la par de las pláticas entre El-Sisi y Al-Burhan sesionará una cumbre a la que asistirán funcionarios de las dos naciones, la cual estará enfocada en impulsar las relaciones en el ámbito militar y económico.
Además de analizar vías para dinamizar los diálogos sobre el megaproyecto impulsado por Addis Abeba, actualmente estancados, los representantes de Egipto y Sudán examinarán la seguridad en el mar Rojo y en las zonas fronterizas, amplió Rady.
La semana previa Egipto y Sudán firmaron un acuerdo de cooperación en el terreno militar y en noviembre de 2020 realizaron el simulacro Nile Eagles 1, el primero de su tipo con la participación de las fuerzas aéreas.
ga/ap