Varias interrogantes flotan en el aire sobre el deceso de Maradona, si contaba con todos los cuidados cuando falleció en una casa en la localidad bonaerense de Tigre, el pasado 25 de noviembre, donde se recuperaba de una operación por el hematoma subdural que se le detectó.
Según una nota de Página 12, la junta de médicos deberá responder 24 preguntas hechas por los fiscales y que constituyen la base para definir si hubo negligencia o no.
‘Eso podría traducirse en la acusación por homicidio culposo, abandono de persona o incluso homicidio simple con dolo eventual contra la línea médica que estuvo a cargo del Diez. La base parece ser que la muerte de Maradona era evitable y de ahí surgirían los delitos’, precisa la fuente.
Desde horas tempranas de mañana arrancará el proceso en la Dirección de Medicina Legal de la Policía Científica del Ministerio de Seguridad, en la ciudad de La Plata.
Los fiscales Laura Capra, Cosme Irribarren y Patricio Ferrari, coordinados por el fiscal general John Broyard, indagarán a la junta de médicos si, por ejemplo, se debió suministrarse a Maradona alguna medicación por sus afecciones cardíacas o si los fármacos que se le suministraban antes del fallecimiento y que aparecieron en la autopsia pudieron generar efectos adversos.
Otra de las preguntas para muchos es si fue adecuada la operación por el edema subdural en la Clínica Olivos o si Maradona estaba en condiciones de ser externado y era correcto que estuviera en una casa.
En medio de las investigaciones para saber si hubo mala praxis que llevaran al deceso del Pibe de Oro, sus admiradores llaman desde las redes sociales a sumarse el venidero miércoles a una marcha que lleva por título ‘No se murió, lo mataron’.
Las miradas apuntan a varios acusados por presunto delito de homicidio culposo, entre ellos su amigo, el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica coordinadora Nancy Forlini y los enfermeros Dahiana Gisella Madrid, Ricardo Almirón y Mariano Perroni.
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