La urbanización de Nuevo Belgrado recibió con banderas nacionales, vítores y una prolongada andanada de fuegos artificiales a su ídolo, quien destronó a Roger Federer, con 310 semanas como líder, y a Rafael Nadal, con 209.
En tanto, el palacio sede del poder estatal capitalino fue iluminado con la bandera serbia en su amplia fachada, así como con secuencias de imágenes de jugadas espectaculares y otras acciones tanto deportivas como humanitarias de quien todos conocen por Nole.
Varios sitios de la capital se engalanaron con enormes pancartas del tenista y pantallas gigantes que muestran sus repetidas proezas en este deporte, en otros tiempos casi desconocido en el país y convertido en el más popular después del fútbol por la magia del belgradense ilustre.
Todos los medios insertaron hoy extensos y múltiples reportajes sobre la hazaña de Djokovic, quien en entrevista para la televisión pública RTS aseveró que probablemente aún no tomó cuenta de las dimensiones de su éxito, porque está acostumbrado a enrolarse de inmediato hacia otro desafío.
Se declaró eternamente agradecido al pueblo de Serbia porque siempre lo sintió cerca en cualquier competencia y por eso le dedica este éxito alcanzado hoy.
Sobre los próximos retos, expresó su preferencia por los Juegos Olímpicos, pues confiesa que disfruta mucho jugando con y para la representación de Serbia.
Remarcó que está por delante también la próxima meta, superar los títulos de Grand Slam de Federer y aunque dijo no prometer nada, señaló que, con certeza, hará todo su esfuerzo por lograrlo y ofrecer esa gloria para sus seguidores.
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