Durante la presentación de un informe sobre el tema, la comisionada de ese organismo para los Derechos Humanos, Dunja Mijatovic, comunicó que, de julio de 2019 a diciembre de 2020, más de dos mil 400 personas perdieron la vida cuando intentaban llegar al llamado viejo continente.
No obstante, advirtió que la cifra real de decesos debe ser mucho mayor, pues todos los incidentes no pueden ser registrados debido a la complejidad del fenómeno.
Los países europeos no garantizan la protección de los migrantes ni el respeto a sus derechos. La situación en el Mediterráneo sigue siendo deplorable y no se logra un enfoque coordinado y justo para enfrentar esta situación, señaló.
Sin embargo, indicó que las naciones miembros poseen los medios y herramientas para revertir esta tendencia y abogó por realizar los esfuerzos necesarios para brindar ayuda y seguridad a los indocumentados.
Mijatovic recomendó fortalecer la capacidad de los equipos de búsqueda y rescate en el Mediterráneo, asegurar el rápido desembarco de las personas socorridas, permitir el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y poner fin a las devoluciones forzosas de los extranjeros.
Además, insistió en la necesidad de eliminar la violencia contra los refugiados y habilitar rutas de tránsito legales y seguras.
Europa debe acabar con esta vergonzosa tragedia y adoptar políticas migratorias que respeten los derechos humanos. Es una cuestión de vida o muerte, sentenció.
agp/gas