La portavoz gubernamental, Aristotelía Peloni, destacó que el partido de izquierda Syriza, principal fuerza adversa al actual ejecutivo, alimenta la tensión y aprovecha el cansancio acumulado por el confinamiento de más de cuatro meses.
De su lado Syrisa condenó la violencia y aseguró que el primer ministro Mitsotakis es ‘el único con poder para instigar a los ciudadanos a manifestarse en las actuales circunstancias’.
El municipio de Nea Smyrni, al sur de esta capital, fue el epicentro de las protestas que forma pacífica pedían al ejecutivo el fin de la violencia policial, según medios de prensa locales.
Más de cinco mil personas participaron en la marcha que derivó más tarde en enfrentamientos y lanzamientos de bengalas, piedras y otros objetos a las fuerzas de seguridad que respondieron con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y chorros de agua.
La víspera 16 manifestantes resultaron detenidos y para esta jornada se esperan nuevas protestas, según fuentes gubernamentales.
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