La red internacional mutirreligiosa pidió el fin de la ‘retórica incendiaria’ para establecer un espacio orientado al diálogo sincero e inclusivo que respete la dignidad y el bienestar del pueblo haitiano, preso durante mucho tiempo de la pobreza, los conflictos y las crisis políticas, aseguró en un comunicado.
También se comprometió a servir como mediadora de los ciudadanos en aras de alcanzar una solución pacífica que conduzca a la dignidad, seguridad y bienestar, al tiempo que permita aliviar el sufrimiento de más de cinco millones de personas que viven en situación de grave inseguridad alimentaria.
La alianza une a líderes religiosos del mundo en la diversidad de sus creencias y tradiciones en 90 países, y en ella participan el concilio interconfesional de cristianos haitianos (tanto católicos como protestantes), agrupaciones musulmanas y representantes del vudú.
La reciente crisis sociopolítica, que debutó a mediados de 2018, escaló en el último año con múltiples organizaciones sociales y partidos políticos que piden la renuncia del presidente Jovenel Moïse.
Desde principios de febrero crecieron las tensiones con un amplio número de plataformas de la sociedad civil, gremios profesionales, jueces y otros actores, que estiman que el mandato constitucional de Moïse expiró, y por tanto consideran ‘de facto’ al actual Gobierno.
El gobernante, por su parte, afirma que su periodo culmina en 2022 y ha llamado a diálogo, sin embargo, recibe el rechazo de otras fuerzas políticas.
En este volátil contexto, las autoridades haitianas preparan un referendo para modificar la carta magna vigente y un proceso electora para renovar al personal político, planes que también son desestimados por las fuerzas contestatarias.
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