Reportes desde ese territorio del norte de Chile indican que mediante la operación denominada Los Libertadores, la Policía de Investigaciones estableció que los narcotraficantes introducían grandes cantidades de estupefacientes para ser vendidos en esta capital, a cambio de automóviles de alta gama robados.
Según la investigación de la Fiscalía, la banda había coordinado en diciembre último otra operación igualmente descubierta, en la que fueron ocupadas casi dos toneladas de marihuana y pasta base de cocaína en la también norteña región de Tarapacá, aunque en esa oportunidad no hubo detenidos.
El fiscal de Arica Parinacota, Mario Carrera, declaró a la prensa que la investigación se puso en marcha tras detectarse el ingreso al país por pasos clandestinos de importantes cargamentos de droga, que era cargada en camiones para transportarla para ser distribuida en la región Metropolitana.
Así, el 5 de marzo, fueron interceptados dos camiones en Antofagasta, con 108 sacos y tres recipientes con un total de 3,2 toneladas de droga, entre marihuana, clorhidrato de cocaína y pasta base.
Ambos choferes fueron detenidos, y posteriormente otras cuatro personas, entre ellos el jefe de la banda, la cual según se determinó había establecido varias empresas como fachada para lavar el dinero obtenido por la venta de la droga.
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