En medio de cuestionamientos sobre contratos secretos firmados entre varios países miembros de la Unión Europea (UE) y algunas distribuidoras, Austria, República Checa, Eslovenia, Bulgaria y Letonia demandan una solución para lo que califican de enormes disparidades en la comercialización del fármaco.
La pasada jornada el canciller austríaco, Sebastan Kurz, condenó ambos hechos y vaticinó discrepancias entre los países del bloque comunitario.
Una misiva dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, rubricada por los líderes de los países antes mencionados, denuncia que el suministro de vacunas no se realiza de manera equitativa e insta a una reunión para debatir el tema.
Mientras, la farmacéutica AstraZeneca anunció hoy nuevos retrasos en la entrega de su inmunizante a la UE, por problemas de producción y restricciones de exportación.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudia la situación del fármaco y varios países europeos cancelaron su uso debido a reacciones adversas en pacientes inmunizados.
La noticia trascendió la víspera aunque según la vocera del órgano rector de la salud en el mundo, Margaret Harris, hasta el momento no hay razón para desechar esa vacuna.
De su lado, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) informó que entre los efectos colaterales se encuentran graves alergias y algunos países del viejo continente rechazaron su uso tras reportarse reacciones en varios pacientes que incluyen problemas en la coagulación.
Sin un juicio concluyente que demuestre la relación entre esos sucesos, el fármaco es analizado además debido al fallecimiento de varias personas inoculadas, según la prensa local noruega.
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