Algunos jerarcas de esa institución se ponen del lado del opresor, se olvidan de los humildes y piden a la justicia la libertad de golpistas cuando nunca clamaron por las víctimas de las masacres de Senkata (La Paz) y Sacaba (Cochabamba), advirtió el expresidente en su perfil de Twitter.
La Conferencia Episcopal Boliviana exigió este lunes mediante un comunicado el respeto al debido proceso y la inmediata libertad de la exmandataria Jeanine Áñez, así como de sus extitulares Álvaro Coímbra (Justicia) y Rodrigo Guzmán (Energía).
Estos fueron aprehendidos entre el viernes y la madrugada del sábado último por su presunta participación en el caso denominado golpe de Estado, y una juez dictó la víspera contra ellos detención preventiva por cuatro meses.
La investigación por las denuncias sobre los 36 muertos, más de 800 heridos, perseguidos y torturados en noviembre de 2019 genera ahora en el país una serie de reacciones de parte de las fuerzas opositoras al ejecutivo encabezado por Luis Arce.
El expresidente y jefe de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, envió cartas de denuncia por lo que califica de persecución judicial a organismos como la Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.
El exministro de Obras Públicas de Áñez y recién electo alcalde de La Paz, Iván Arias, entre otras figuras políticas, anunciaron protestas en las calles.
Autoridades de la actual administración, en cambio, aseguraron que no es el odio el que impulsa sus actos, sino la vocación de justicia ante presuntos delitos de terrorismo, sedición y conspiración.
Los familiares de las víctimas de la masacre de Senkata consideraron en declaraciones a Bolivia Tv un triunfo la detención preventiva por cuatro meses contra Áñez y demás miembros de su equipo.
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