Mientras en otras partes del mundo, crecen los temores por las posibles reacciones adversas de ese producto en particular, las autoridades de esta nación africana descartan la interrupción del proceso.
El secretario de estado para la Salud Pública, Franco Mufinda, informó la víspera que más de 44 mil 600 personas ya recibieron la primera inyección, a partir de un suministro inicial de 624 mil dosis de la AstraZeneca, procedentes de la Iniciativa Covax.
Entre los vacunados figuran profesionales de la salud, educación, agentes del orden interior y seguridad, ancianos e individuos en situación de riego por comorbilidades, confirmó el funcionario en conferencia de prensa.
La inmunización comenzó el pasado 2 de marzo en la provincia de Luanda y en los próximos días se extenderá a los territorios de Benguela y Cabinda, que secundan a la capital en cuanto al número de casos activos de la Covid-19.
Según la ministra de Salud, Sílvia Lutucuta, ayer iniciaron la vacunación a los maestros de educación prescolar y trabajadores de guarderías, con el propósito de llegar a unos 10 mil empleados en ese subsector.
La titular anunció, además, la voluntad de incorporar en esta primera fase de la campaña a otras dos provincias, Huambo y Huíla, pero sin precisar la fecha del comienzo.
Este lunes Italia, Francia, Alemania, España, Luxemburgo y Eslovenia decidieron la suspensión temporal del empleo de la AstraZeneca, en espera de datos que respalden su confiabilidad.
La medida de precaución, alegaron, responde a la aparición de nuevos casos de trombosis y el fallecimiento de varias personas luego de recibir una primera dosis del fármaco.
Con antelación, países como Dinamarca, Islandia, Noruega, Bulgaria, Rumania, Estonia, Irlanda, Holanda, Tailandia, la República Democrática del Congo e Indonesia, adoptaron similar cautela.
En cambio, Reino Unido superó los 26 millones de dosis administradas, de las cuales casi la mitad son de AstraZeneca, señalaron reportes de agencias internacionales de prensa.
El pasado jueves, el gobierno angoleño estimó que no hay evidencias para sustentar de manera científica la existencia de reacciones adversas.
Consultada por la prensa, la ministra Lutucuta consideró que la vacuna ‘es totalmente segura’, pese al surgimiento de relatos adversos en algunos países.
De acuerdo con la titular, los efectos colaterales registrados en varias naciones de Europa ocurrieron con lotes de vacunas diferentes al proporcionado a Angola.
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