La alta funcionaria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, intervino en la sesión de apertura de la cuarta reunión del Foro de los países de la región sobre Desarrollo Sostenible, que se realiza de forma virtual organizado por esa entidad de la ONU y el Gobierno de Costa Rica como presidente pro témpore de la Cepal.
Bárcena recordó que la crisis sanitaria desatada el pasado año por la Covid-19 ha magnificado los problemas estructurales históricos de la región y la incapacidad del modelo de desarrollo imperante para responder a las necesidades de la población.
Señaló que en 2020, el Producto Interno Bruto del conjunto de países de América Latina y Caribe cayó 7,7 por ciento, la pobreza afectó al 33,7 por ciento de los habitantes de la región y la pobreza extrema al 12,5.
Ello empeora porque más de la mitad de la fuerza laboral trabaja en condiciones de informalidad, sin ningún tipo de seguridad social, mientras que la pobreza se agudiza en las áreas rurales, con los mayores efectos entre los campesinos, indígenas, afrodescendientes.
Sin embargo, advirtió, ‘la crisis tiene rostro de mujer’ puesto que ellas han sido las más afectadas por el desempleo y millones abandonaro el mercado laboral para dedicarse a la atención de la familia, los hijos que dejaron de asistir a la escuela por la pandemia y los adultos mayores.
Todo ello, aseguró Bárcena, exige un cambio urgente en el paradigma de desarrollo de la región hacia un modelo más equitativo y sostenible.
En ese sentido señaló la importancia de apostar por sectores estratégicos que potencien la reactivación económica, y la generación de más empleos y un crecimiento que sea amigable con el medio ambiente.
Bárcena señaló también la necesidad de que la región se dote de una industria de la salud, que le permita disponer de sus propios medicamentos y vacunas, y profundizar la economía circular, que permita un desarrollo de los países en la mayor armonía con el medio ambiente y el mejor uso de los recursos.
Igualmente insistió en la importancia de que los gobiernos garanticen la salud, la educación y la seguridad alimentaria como piezas claves para lograr la igualdad social.
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