En el primer bimestre de 2020 hubo 18 eventos, que afectaron a dos mil 426 familias, mientras en similar etapa del presente la cifra llegó a 31 con impacto en cuatro mil 157 hogares, destacó la autoridad en declaraciones al diario El tiempo.
Cada día se desplazan 168 personas como promedio y ocurren cuatro hechos de movimientos masivos por semana, señaló Camargo, quien pidió al Gobierno del presidente Iván Duque adoptar las medidas correspondientes.
Entre ellas, para resolver y amainar tal realidad, reiteró al Ejecutivo la importancia de implementar acciones de protección y mitigación del riesgo de los colombianos que pueden sufrir desplazamientos.
También solicitó atención humanitaria de emergencia y restitución de derechos para las comunidades desplazadas, por medio de un retorno a sus lugares de origen con suficientes garantías de seguridad.
Este fenómeno de los desplazamientos lleva a una revictimización de la población campesina y étnica, expuesta a confrontaciones, amenazas y riesgo de reclutamiento forzado por parte de los diferentes grupos ilegales, alertó el defensor del Pueblo.
Conforme a su organismo, las zonas más dañadas en el actual año son el sur del departamento del Cauca, el Bajo Cauca y el Urabá antioqueño y chocoano, Buenaventura, el Catatumbo (Norte de Santander) y el Alto Baudó (en Chocó).
En 2020, según información de la Defensoría, se registraron en total 28 mil 509 víctimas de este flagelo, lo cual equivale, en promedio, a 78 desplazados al día.
El más reciente informe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados da cuenta de la dimensión del desplazamiento forzado interno en Colombia, al situar al país en primer lugar global en número de personas desplazadas.
Desde 1985 hasta este año, apunta por su parte la Unidad para las Víctimas, más de ocho millones de ciudadanos (alrededor del 16 por ciento del total de los nacionales) han tenido que abandonar sus casas a causa de la violencia.
A pesar de la firma del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en 2016, el fenómeno sigue activo con el Clan del Golfo, La Local y las disidencias del frente Oliver Sinisterra y el frente 30 como presuntos responsables de los desplazamientos.
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